Poner hojas de laurel en la harina es un truco muy útil. Si nunca lo has probado, aquí te explicamos por qué deberías hacerlo.
Poner hojas de laurel en la harina puede parecer extraño. Pero una vez que descubras sus beneficios, no podrás vivir sin él.
¿Cuáles son las principales propiedades del laurel?
El laurel es una planta aromática que ya se utilizaba en la antigüedad para adornar a los dioses y diosas de la antigua Grecia. También se utilizaba en forma de coronas colocadas sobre las cabezas de poetas y filósofos.
Símbolo de sabiduría, el laurel sigue estando de moda, ya que se utiliza para confeccionar una corona que se coloca sobre la cabeza de los recién graduados. A pesar de sus numerosos usos puramente estéticos, sus principales propiedades beneficiosas son populares desde hace muchos años.
En cocina, las hojas de laurel son perfectas para aromatizar sopas, potajes o asados pero también para preparar tisanas y decocciones. En el ámbito fitoterapéutico y médico, el laurel se utiliza en forma de aceite esencial obtenido de las mismas hojas. Aunque sus propiedades digestivas y antiinflamatorias son bien conocidas, pocas personas saben que la hoja de laurel es un excelente repelente natural de insectos indeseables..
¿Cómo se puede utilizar el laurel en la despensa?
¿Conocía las propiedades repelentes del laurel ? De hecho, sus hojas, muy aromáticas, ahuyentan las polillas de los alimentos que anidan en la pasta y los cereales. También son eficaces para repeler otros pequeños parásitos presentes a menudo en la despensa.
Es posible utilizar hojas de laurel en harina o directamente en la despensa para obtener un resultado más que increíble. Sin embargo, es muy importante no olvidar cambiar las hojas cuando el olor empiece a desvanecerse.
Para beneficiarse de la propiedad repelente de las hojas de laurel, necesita utilizar hojas frescas y muy perfumadas para molestar a los insectos. Además, también debe de limpiar su despensa con regularidad para evitar la presencia de pequeños insectos escondidos en los estantes.
La mejor manera de hacerlo es sacar todo de la despensa y revisar los estantes. A continuación, límpialas y echa un vistazo a los paquetes de harina, pasta, galletas, legumbres y cereales. Fíjate también en las cajas de cartón, como las de tés e infusiones.
La harina es uno de los alimentos preferidos de polillas y pequeños insectos. Por ello, le recomiendo que cierre bien los paquetes. Si es posible, ponga los paquetes en recipientes herméticamente cerrados.